Transilvania, 1698.
Siete años después de la derrota del Conde Drácula, encarnamos a Simon Belmont que debe lidiar a diario con las amargas consecuencias de su victoria despues de matar a Drácula en el primer Castlevania. Antes de morir, Drácula echo una maldición a Simon por la cual al cabo de unos pocos años el acabaría muriendo. Estas heridas no curaban y eran las causantes de su pronta defunción. Simon descubrió gracias a una bruja que la única forma de curarse seria recuperando las partes del cuerpo de Drácula que los aldeanos desperdigaron por las mansiones de Transilvania ante el temor de que este volviese de entre los muertos, y una vez reunidas estas había que adentrarse en las ruinas de Castlevania, el castillo que se hundió en la primera parte del juego, depositar los restos de Drácula en un altar sagrado y resucitarle para apto seguido acabar con el de una vez por todas y así poder curar sus heridas y librarse de la maldición que atormenta su alma.
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